Las cien noches de Hero, que
Isabel Greenberg (Londres, 1988) publicó a los 25 años, le valió dos
nominaciones a los premios Eisner, la calificación
de mejor libro del año en la categoría de Literatura del British Book Design y
Productions en 2014, la traducción a siete idiomas y, lo que acaso sea más
importante de todo ello, la posibilidad de vivir profesionalmente de la
ilustración y derivados como la enseñanza.
La dibujante fue una buena lectora infantil, reforzada
por las narraciones que ella y su hermana escuchaban de su madre. En esta historia
Hero y Cherry son las protagonistas de un relato predestinado a acabar mal.
Mientras tanto, ellas disfrutan del amor, la pasión y los buenos cuentos. Hero
es una suerte de Scherezade, que retrasa noche a noche la ejecución de una
apuesta malvada. Su relato conduce a otro relato, que a su vez conecta con otro
como un racimo de cerezas.
“Me gustan los cuentos tradicionales, pero
me he dado cuenta de que las mujeres siempre juegan en ellos papeles menores.
Mi idea fue darle la vuelta y convertirlas en las protagonistas”, exponía la
autora durante una entrevista en Madrid. “En las historias tradicionales, las
mujeres se enamoran y tienen que ser rescatadas. Yo quería darle un nuevo
acercamiento, con mujeres que saben valerse por sí mismas, y al mismo tiempo
tratar temas muy humanos con los que puedes llegar a identificarte, como los
celos, la amistad o la traición”, agregaba.
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